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Trabajadores del Hospital El Salvador son enviados a centro de vacunación externo para recibir dosis contra la Covid-19

El personal que trabaja en el hospital El Salvador, denominado por el Gobierno como el más grande y moderno de Latinoamérica para la atención de pacientes Covid-19, debe ir a la Unidad de Salud Barrios para la aplicación de la vacuna. Esto, según algunas denuncias recibidas, pone en riesgo a otros pacientes que asisten por enfermedades comunes.

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Enfermera aplica vacuna contra la Covid-19 en la Unidad de Salud Barrios, el pasado jueves 18 de febrero.
Foto: Secretaría de Prensa

Los empleados que trabajan en el Hospital Nacional El Salvador (HNES), el centro creado para la atención específica de pacientes con Covid-19 en El Salvador, están recibiendo la vacuna de protección contra el SARS-CoV2 en la Unidad de Salud Barrios, una de las más cercanas a las instalaciones.

Según los informes que brindaron las autoridades del HNES a los médicos y enfermeras, el objetivo es que se vacunen unos 100 empleados diarios de ese centro especializado en siete días. El Salvador inició oficialmente la vacunación el pasado miércoles. En agosto pasado, Salud con Lupa recibió los datos sobre el personal solicitados a la Oficina de Acceso a Información del Ministerio de Salud.

Se detalló que, hasta el 31 de agosto, había 1,089 empleados. El grupo más grande lo constituía el personal de enfermería (421), seguido de los médicos generales (346) y luego el personal administrativo (160). Se desconoce si la selección para comenzar la vacunación fue aleatoria o prioriza a los que trabajan en las áreas críticas de cuidados intermedios e intensivos.

Pero estos datos pueden haber cambiado. En la Ley de Presupuesto del 2021, aparece que el HNES tiene asignadas 2,205 plazas. El Gobierno aún no da por concluida la construcción y la promesa es que se entregue la última fase en el primer trimestre de este año.

La ubicación del centro de vacunación causó sorpresa a algunos de los médicos y enfermeras: “Se nos había dicho que iban a colocar una cabina en el Hospital El Salvador, que hubiera sido lo más lógico. Esta vacuna no requiere una alta refrigeración, el promedio de temperatura es de un refrigerador común, es decir, que en el laboratorio que hay en el hospital se pudo haber almacenado la vacuna y evitar la movilización excesiva del personal donde podemos ir a contaminar”, expresó una de las personas que trabaja como médico en el HNES y que fue una de las primeras en aparecer en la lista.

El ministro de Salud, Francisco Alabí, anunció hace algunos meses que se instalarían cabinas móviles a un costo de cerca de $5 milllones. Tras el anuncio, le llovieron las críticas por esa inversión ya que en muchos países se realiza en lugares ya establecidos, como escuelas o centros de salud. Las instalaciones donde se adecuó el HNES son amplias, ya que allí funcionaba el Centro Internacional de Convenciones (CIFCO).

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Algunas de las imágenes captadas este día en las afueras de la Unidad de Salud Barrios, a donde se ha enviado al personal del Hospital El Salvador, el principal centro de atención de pacientes Covid-19.
Foto: Cortesía.

Al asistir a la Unidad de Salud Barrios este viernes, hubo otros detalles que le parecieron al personal un descuido en la organización. “No había distanciamiento social, no se nos tomó la temperatura ni se nos aplicó alcohol en gel”, pero lo peor es que la espera debe ser en la misma área donde esperan ingreso los pacientes que llegan a la unidad por enfermedades comunes: “Estaban mezcladas en las sillas, personas que están pasando la consulta de selección normal y donde estamos nosotros como personal del Hospital de El Salvador, que es la entidad más que tiene mayor riesgo de contagio de Covid, sin ninguna restricción”, dijo la fuente que pidió se reservara su identidad por temor a recibir algún tipo de sanción por sus declaraciones. No hay ninguna mampara o división entre el paciente común y el personal del HNES o de otros centros de salud que están llegando a esa unidad para la aplicación.

La situación ha sido diferente para los empleados del Hospital Rosales o el Hospital San Rafael, otros dos centros con alta demanda de consultas de pacientes con sospechas de Covid-19. Estos sí han podido dejar sus labores y asistir a la cita, sin trasladarse o salir del centro.

El horario de atención es de 8:00 a.m. a 2:00 p.m., pero este viernes tuvo que demorarse un poco el arranque: "Vamos a esperar porque el sistema de registro de datos se cayó, sin eso no pueden pasar a vacunarse", les dijo una de las encargadas del proceso en la unidad. Ese sistema está controlado desde Casa Presidencial, según confirmaron encargados de distintas Unidades de Salud el primer día.

Al ingresar al área de vacunación, se les pide que dejen cartera, celular y cualquier bolsa afuera. Luego se les verifica y se toma información de si padece alguna enfermedad (diabetes mellitus, hipertensión, cáncer e insuficiencia renal), y luego de la aplicación se entrega la cartilla con la fecha de la segunda dosis. Todos están recibiendo una fecha exacta de tres meses para la segunda dosis, es decir, a mediados de mayo. Los fabricantes de la versión AstraZeneca indican que el complemento a la inmunización se puede dar entre 8 y 12 semanas después de la primera.

Otra de las quejas reportadas es que algunas de las enfermeras que habían manifestado su negativa a la aplicación de la vacuna aparecieron en el sistema, y se les llamó para cuestionar si tenían una razón de peso para no hacerlo. En semanas previas, al personal del HNES y de otros hospitales se les envió un formulario en formato google docs para comenzar la base de datos de los que aceptaban la inmunización.

La Prensa Gráfica publicó este viernes algunos testimonios de los problemas que aún enfrenta el Hospital El Salvador, después de ocho meses de inaugurado, y las condiciones en las que trabaja el personal.

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