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Más de una docena de médicos que promueven el dióxido de cloro no han sido sancionados

Desde sus consultorios, sus redes o el Congreso de la República, médicos se suman a la desinformación sobre la pseudoterapia del dióxido de cloro que causa graves daños a la salud. El Colegio Médico inició procedimientos disciplinarios a algunos de ellos, pero hasta ahora ninguno ha sido sancionado.

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A más de un año del inicio de la emergencia sanitaria por covid-19, médicos desinforman sobre el dióxido de cloro con impunidad. Sin sanciones, acuden al Congreso de la República para promover el consumo del desinfectante.

El médico Lorenzo Colque Arias se quitó la mascarilla, sacó un atomizador con dióxido de cloro y roció el producto en su cara. “Esta es una forma de liberarme de esto [la mascarilla] para no ser contagiado ni contagiar. Es una forma también de inmunizar y desinfectar mi organismo para prevenir ante estos agentes extraños que hoy aparecen”, señaló. Así inició una de las sesiones virtuales de la comisión del Congreso que investigó los efectos del dióxido de cloro.

Este grupo parlamentario, creado gracias a la moción del congresista Posemoscrowte Chagua Payano (Unión Por el Perú) y al voto de casi 50 parlamentarios, emitió hace unos días un informe final recomendando que el Ministerio de Salud conforme un equipo de investigadores para estudiar “las bondades y posibles perjuicios” del dióxido de cloro diluido en agua (CDS) en humanos. Además, la comisión plantea que se realicen ensayos clínicos para fijar la dosis de dióxido de cloro para el tratamiento de la covid-19.

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El cirujano plástico Lorenzo Colque Arias es uno de los profesionales investigados por el Colegio Médico.

Otra de las recomendaciones del grupo es que el Colegio Médico del Perú suspenda los procesos disciplinarios iniciados contra los profesionales que usan y prescriben el dióxido de cloro en humanos. Lorenzo Colque Arias es uno de ellos. Así como él, otros profesionales médicos que promueven el dióxido de cloro fueron invitados por la comisión del Congreso, donde tuvieron una plataforma para denunciar que son perseguidos y seguir difundiendo desinformación.

Lo cierto es que hasta el momento ningún médico o médica ha sido sancionado por promover el consumo de dióxido de cloro. Pese a que las denuncias datan del año pasado, ningún caso ha llegado aún al Consejo Nacional del Colegio Médico, la instancia que podría definir una sanción. Según reportó el gremio al Congreso de la República, en total hay ocho médicos denunciados: dos en La Libertad, cuatro en Arequipa y dos en Lima. Sin embargo, la cifra de profesionales que recomiendan esta sustancia y la utilizan con pacientes es mayor. En este informe, Salud con lupa identifica a 17 médicos en once regiones que estarían cometiendo esta falta.

Con licencia para desinformar

Hay un motivo importante por el cual no existen ensayos clínicos que busquen evaluar la eficacia del dióxido de cloro para tratar la covid-19 o cualquier otra enfermedad. “Sería contra la ética hacer un estudio con una sustancia química, un detergente, que no es medicamento. Eso no pasaría la aprobación de ningún comité de ética”, explica Javier Gutiérrez, decano del Colegio Médico en Arequipa.

Esta región tiene la mayor cantidad de profesionales investigados por promover el CDS. Uno de ellos es Lorenzo Colque Arias, cirujano plástico que declara haber atendido a 4 mil 500 pacientes con esta sustancia basándose en el juramento hipocrático. “Nadie ha reclamado y están vivos”, dijo ante la comisión del Congreso el 28 de junio. En 2020 se supo que el exalcalde de Arequipa, Alfredo Zegarra Tejada era otro de los investigados por recomendar el consumo del dióxido de cloro a través de sus redes sociales.

Consultado por Salud con lupa, el decano Javier Gutiérrez indicó que las investigaciones siguen en marcha pero evitó mencionar nombres. Aunque el año pasado se comunicó que eran cinco los médicos denunciados ante el Colegio Médico en Arequipa, a la fecha son cuatro. “En un caso no ha habido ninguna responsabilidad. Hay dos casos donde sí hay evidencia de indicaciones, tratamientos, etc. y dos casos que han sido leves: colegas que manifestaron haber hecho la difusión a familiares nada más”, explicó Gutiérrez.

En setiembre de 2020 se supo de tres médicos que también estaban bajo investigación. Dos son de Lima: Armando Massé Fernández, quien desde su programa en radio Exitosa contribuyó a la desinformación sobre el dióxido de cloro; y Rita Denegri Schroth, quien declaró en medios de comunicación masivos que el dióxido de cloro es tóxico cuando se inhala y no cuando se ingiere, lo que es falso.

El otro investigado es Arturo Fernández Bazán, ginecólogo y alcalde del distrito de Moche, en La Libertad, quien protagoniza un video en Facebook donde aparece tomando dióxido de cloro y asegura que sirve para combatir la covid-19. En una sesión de la comisión investigadora del dióxido de cloro, Fernández confirmó la denuncia en su contra y criticó al Colegio Médico por “arrodillarse ante el poder”. También dijo que él no había hecho ninguna capacitación sobre el dióxido de cloro, porque si uno se moría le iban a echar la culpa al producto.

En esta región norteña también destaca el caso de Luis Pérez Fernández, médico traumatólogo que en redes recomendó el consumo de dióxido de cloro, asegurando que no hace mal. “A mi me ayudó, pero estoy prohibido de decirlo porque el Colegio Médico lo ha prohibido. Pero si tú tienes fe en esto, úsalo”, señala en un video de Facebook.

Salud con lupa buscó tener más detalles del avance de las investigaciones en Lima, pero representantes del respectivo Consejo Regional del Colegio Médico nos indicaron que se trata de información reservada. Por el momento, todos los casos en investigación siguen en la instancia de los consejos regionales. En cada uno de ellos, los casos son analizados primero por el comité de ética y luego por el comité de procesos contenciosos. Ambos funcionan de forma independiente y los médicos investigados presentan descargos ante ellos.

Solo cuando los consejos regionales cuentan con una resolución, las denuncias pasan al Consejo Nacional y el proceso vuelve a iniciar: descargos, comité de ética, descargos, comité de procesos contenciosos, descargos, etc.

Así, las investigaciones avanzan lento y la posibilidad de una sanción para los médicos que recomiendan el consumo de dióxido de cloro parece lejana. Sobre todo teniendo en cuenta que las denuncias no alcanzan a algunos de los promotores más activos de esta pseudoterapia.

Médicos en campaña

En el especial Científicamente Comprobado de Salud con lupa, actualizamos cada semana cómo evoluciona la evidencia sobre los medicamentos y tratamientos más usados contra la covid-19. Conforme los ensayos clínicos ofrecen mayor evidencia, algunos pueden pasar de ser poco prometedores a listos para su uso, o viceversa. De todos ellos, el dióxido de cloro es el único que mantiene siempre el mismo status: la ciencia no lo avala.

Lamentablemente, esto no ha impedido que médicos peruanos promuevan el consumo de CDS y que exijan, encima de todo, que se hagan ensayos clínicos para probar su eficacia. Una de las voces más activas de dicho reclamo es el congresista Posemoscrowte Chagua Payano (Huancavelica), médico que propuso la creación de la comisión parlamentaria sobre el dióxido de cloro y que ha impulsado marchas a favor de esta sustancia y recientemente presentó un proyecto de ley que busca permitir el consumo del dióxido de cloro como tratamiento para la covid-19.

Además de él, está la médica Lida Obregón Vilches (Lima), quien ha participado en marchas pro dióxido de cloro y antivacunas, y presentó en agosto del año pasado un proyecto de investigación clínica ante el comité de ética del Instituto Nacional de Salud. Dicho proyecto pretendía explorar los efectos de la dilución de dióxido de cloro en pacientes de riesgo con covid-19. Este proyecto fue suscrito también por los médicos Rita Denegri Schroth (Lima), Arlene Falcón Guerra (Ucayali), Ervin Fernández Gamarra (Puno), José Fernández Andrade (Piura) y Robinson Ferro Reyes (Callao).

“Se nos sataniza, se nos ridiculiza”, dijo Lida Obregón ante el Congreso. La médica declaró que da conferencias sobre dióxido de cloro todos los días y que no existe ningún reporte científico de muerte por ingesta oral de dióxido de cloro. “Sí hay tres intentos de suicidio, pero ni siquiera han llegado a éxito”, dijo. Como ella, otra figura recurrente en eventos pro dióxido de cloro es el pediatra Magno Santillana Blossiers, quien pertenece a la Organización Mundial por la Vida (OMV) Perú. Este grupo no solo hace campaña por pseudoterapias, también desinforma sobre la pandemia en general.

También resalta el caso de Amílcar Huancahuari, exalcalde y médico que fue despedido del cargo de jefe del Comando COVID en Ayacucho luego que declarara ante medios de comunicación que tomaba dióxido de cloro y lo había utilizado con 800 de sus pacientes.

Es justamente en esta región del sur donde se reportó la muerte de un paciente de 38 años por consumo de CDS en setiembre del año pasado. Según declaraciones del coordinador del Hospital de Emergencia Covid-19 de Ayacucho, el hombre estaba infectado y su estado se tornó más grave debido a una hemorragia estomacal generada por el dióxido de cloro. Otros reportes de intoxicación en Ayacucho, Cusco, Arequipa y otras regiones del país no hacen más que confirmar las alertas emitidas por el gobierno y organismos internacionales.

La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud se han pronunciado hace más de un año sobre el peligro de consumir desinfectantes. En Arequipa, el médico Javier Gutiérrez señala que colegas de la región han recibido a pacientes con hemorragias gástricas, complicaciones hepáticas y quemaduras de esófago luego de consumir el CDS.

La Agencia de Medicamentos en Estados Unidos (FDA) advirtió el año pasado sobre efectos adversos como cambios en la actividad eléctrica del corazón, baja presión arterial mortal, insuficiencia hepática, bajo conteo de células sanguíneas, vómitos, diarrea y también insuficiencia respiratoria. Como reportó antes Salud con lupa, el dióxido de cloro puede oxidar la hemoglobina en la sangre, lo que impide la adecuada oxigenación del organismo y a la par propicia lecturas erróneas en los oxímetros. Así, pondría en riesgo la vida de quienes lo consumen.

A inicios de este año, un juez en Argentina ordenó a un hospital privado que trate a un paciente de covid-19 con dióxido de cloro. El hombre de 92 años falleció a las pocas horas de recibir esta sustancia que, al igual que en Perú, no contaba con autorización sanitaria para uso en humanos. Cabe señalar que el hospital se negó a cumplir la orden del juez y fue un médico particular el que administró el dióxido de cloro. Esta acción fue rechazada por casi 50 sociedades médicas y científicas argentinas.

El negocio de la pseudociencia

En mayo, el Indecopi anunció una sanción de 44 mil soles al Laboratorio Mediline S.A.C. y a una persona natural por difundir anuncios publicitarios que daban a entender que el dióxido de cloro sería un producto efectivo para combatir la covid-19.

En el marco de la investigación realizada por la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal del Indecopi se comprobó el engaño a los consumidores ya que los infractores no acreditaron las propiedades atribuidas al dióxido de cloro. Incluso antes de la pandemia, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) había establecido que el CDS es “un poderoso agente blanqueador, y su consumo puede causar graves daños a la salud, siendo algunos potencialmente mortales”.

Pero ninguna advertencia, dentro o fuera de Perú, ha evitado que se comercialice el dióxido de cloro (CDS) o el clorito de sodio, conocido también como la Solución Milagrosa Mineral (MMS). Ahora le atribuyen capacidades curativas contra la covid-19, pero ya antes se había difundido información sin sustento sobre su eficacia para el VIH, el cáncer, el autismo, la hepatitis, el cáncer, la gripe y la malaria. En el caso del Laboratorio Mediline y la persona natural sancionada, promocionaban el producto en la plataforma Mercado Libre y un sitio web como “el mayor descubrimiento en beneficio de la salud de las personas en los últimos 100 años”.

El abogado y excongresista Jaime Delgado presentó la denuncia. “Aquí no se trata de quitar la soberanía del consumidor, que por supuesto la tiene, sino de su derecho a que se le garantice que los productos que se ofrezcan en el mercado y en especial los de uso médico tengan eficacia y seguridad”, señaló en su investigación sobre el caso. Entre sus hallazgos, encontró una página web que tiene registrados a más de 250 proveedores en 37 países. En Perú había 17 proveedores registrados en Lima, Arequipa, Chorrillos, Cusco, Chiclayo y Huancayo.

La Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal de Indecopi inició 25 investigaciones preliminares sobre anuncios que promocionaban el dióxido de cloro en plataformas virtuales como Facebook, Instagram, Marketplace, Lumingo, OLX y Mercado Libre. Como resultado, 13 de esos anuncios fueron retirados.

Pero así como hubo avances contra la pseudociencia en Perú, también hubo retrocesos. La misma semana que se dio a conocer la sanción aplicada por Indecopi, el Congreso de la República aprobó la creación de la comisión investigadora del dióxido de cloro. “Es el único Congreso en el planeta que ha terminado haciendo una investigación de este tipo”, dijo el congresista Chagua Payano el 15 de julio pasado. Tristemente, no se equivoca.

Pueden revisar aquí el informe final de la Comisión investigadora del dióxido de cloro. Aún está pendiente de ser puesto a debate en el Pleno del Congreso:

Para denunciar publicidad engañosa del dióxido de cloro como cura contra la covid-19 ante Indecopi, se puede llamar al 224-7777 en Lima o al 0-800-4-4040 en otras regiones, de 8:30 a.m. a 5:30 p.m.

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