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Tumor y cáncer no son lo mismo: por qué distinguirlos evita miedos y diagnósticos confusos

Aunque suelen usarse como sinónimos, tumor y cáncer describen realidades distintas: no todos los tumores son malignos y no todos los cánceres forman masas. Entender esta diferencia ayuda a reducir ansiedad, mejorar la comunicación médico–paciente y tomar decisiones informadas ante un bulto, una lesión o un diagnóstico inicial.

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Crédito: Instituto Nacional del Cáncer/Unsplash

Los términos tumor y cáncer pueden referirse a diferentes tipos de bultos y protuberancias. Pero los términos a menudo son confundidos y mal utilizados – por el público en general e incluso por los profesionales de la salud.

Por ejemplo, los médicos pueden hacerlo utilizar eufemismos como tumor, masa, lesión o mancha cuando en realidad significan cáncer.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un tumor y un cáncer? ¿Y por qué es importante utilizar los términos correctos?

¿Qué es un tumor?

El diccionario Oxford define un tumor como “cualquier hinchazón anormal en o sobre una parte del cuerpo”. Se desarrollan en casi cualquier parte, incluidas la grasa, los músculos, los huesos, los nervios y las glándulas.

Pero no todos los tumores son cáncer, y no todos los cánceres son tumores.

Los tumores pueden ser “benignos” (no cancerosos) o “malignos” (cáncer).

Algunos tumores benignos son inofensivos y no necesitan tratamiento. Estos incluyen lipomas (depósitos de células grasas debajo de la piel) o hemangiomas (un crecimiento excesivo de vasos sanguíneos que a menudo parecen marcas de nacimiento de color púrpura rojizo).

Otros tumores benignos pueden causar problemas debido a su ubicación. Estos incluyen fibromas uterinos, que pueden causar sangrado menstrual abundante, y adenomas hipofisarios benignos, que pueden producir hormonas en exceso. Aunque estos tumores no son cáncer, pueden ser peligrosos y los médicos a veces recomiendan cirugía para extirparlos.

¿Qué es el cáncer?

El cáncer se desarrolla cuando las células normales adquieren cambios genéticos, llamados mutaciones, que les permiten escapar de la normalidad del cuerpo “controles y equilibrios”.

Se definieron varias características del cáncer Hace más de 25 años e incluyen el crecimiento descontrolado y evitar la destrucción inmune.

Es importante destacar que las células cancerosas pueden invadir las estructuras circundantes (lo que se conoce como invasión) y propagarse a otros sitios (metástasis). Éstas son las características clave que distinguen los tumores malignos (cáncer) de los benignos (no cáncer).

Los cánceres en órganos sólidos –como la mama, la piel o los pulmones– a veces se denominan tumores malignos porque forman masas. Pero no todos los cánceres forman masas. Los cánceres de sangre, como la leucemia, generalmente no lo hacen.

¿Cómo se detectan?

Tanto los tumores como los cánceres pueden provocar bultos y protuberancias, ya sean detectados por el paciente (Doctor, ¿qué es este bulto?) o durante la investigación por un síntoma (Doctor, no puedo tragar).

Los síntomas difieren según dónde se encuentre el tumor (tanto benigno como maligno) y de qué tipos de células esté formado. Por ejemplo, los tumores en el tracto gastrointestinal (esófago, estómago, intestino) pueden causar síntomas porque la masa comienza a obstruir el tracto digestivo.

Es posible que se necesiten imágenes como ecografía, tomografía computarizada o resonancia magnética para investigar más a fondo. También se puede tomar una muestra del tejido (mediante una aguja o cirugía) y luego un patólogo puede mirar la muestra bajo el microscopio para determinar el tipo de célula y determinar si es benigna o maligna.

¿Cómo se gestionan?

El tratamiento puede ser similar, como extirpar un meningioma benigno (tumor cerebral) o un carcinoma basocelular maligno (cáncer de piel).

La gestión también puede ser muy diferente. Los tumores malignos (cáncer) tienen el potencial de propagarse y en etapas avanzadas se asocian con un mayor riesgo de muerte. Por eso, el tratamiento del cáncer suele ser más complejo y urgente.

El tratamiento de algunos tumores malignos implica una combinación de cirugía, radioterapia y/o tratamiento sistémico, como la quimioterapia, que afecta a todo el cuerpo.

Por qué es importante pronunciar las palabras correctamente

Hacer un mal uso de las palabras cáncer y tumor puede resultar confuso y engañoso. Esto puede deberse a que la palabra “cáncer” conlleva un estigma de enfermedad y muerte, aunque muchos cánceres tienen un buena perspectiva.

Al hablar con los pacientes, es importante que los médicos “lo hagan bien”. Menos de la mitad de los pacientes entienden que un médico se refiere al cáncer si utiliza eufemismos como tumor, masa, lesión o mancha.

De hecho, cualquier tipo de lenguaje ambiguo que utilicen los médicos al comunicarse con los pacientes sobre el cáncer puede aumentar la confusión.

En pocas palabras

Los términos tumor y cáncer no son intercambiables. Los cánceres sólidos son tumores y los tumores malignos son cánceres.

Pero no todos los tumores son malignos y no todos los cánceres son sólidos.

Sarah Sasson. Profesor titular de Scientia en Medicina (Inmunología), UNSW Sydney.

Megan Barnet. Oncólogo médico y candidato a doctorado en inmunología, Instituto Garvan.

Este artículo fue originalmente publicado en The Conversation y lo republicamos bajo la licencia de Creative Commons.