La vacuna Butantan-DV, fabricada en Brasil y la primera en el mundo que usa una dosis única contra los cuatros serotipos del virus del dengue, beneficiará de manera especial a las poblaciones en regiones remotas y de difícil acceso de Brasil, como la amazónica.
“Las poblaciones indígenas y ribereñas no tendrán que desplazarse más de una vez hasta los puestos de salud o podrán recibir la vacunación en una única visita de los agentes comunitarios”, destacó a SciDev.Net el epidemiólogo Jesem Orellana, de la Fundação Oswaldo Cruz (Fiocruz), en Manaus, quien no participó en el desarrollo de la nueva vacuna.
La Butantan-DV ha sido aprobada por la Agencia Nacional de Supervisión Sanitaria (Anvisa), de Brasil, el pasado 26 de noviembre para la población de 12 a 59 años.
El Instituto Butantan, que la desarrolló, tiene listas 1,2 millón de dosis, por lo que existe la posibilidad de que estas unidades se utilicen ya en los próximos días. Oficialmente, la vacuna se incorporará al Programa Nacional de Inmunización (PNI) del país a comienzos de 2026.
Además de las dosis ya disponibles, el Butantan cerró una alianza con la empresa china WuXi Vaccines para fabricar otros 60 millones de dosis de la nueva vacuna en los próximos dos años. Aproximadamente la mitad de ese volumen deberá entregarse antes de finalizar 2026.
La estrategia de vacunación y los grupos etarios que serán inmunizados en primer lugar serán definidos en las próximas semanas por un comité de especialistas del PNI.
El nuevo inmunizante aún no está autorizado para mujeres embarazadas, personas inmuno-comprometidas ni adultos mayores. Las evidencias de la eficacia de la vacuna en estas poblaciones aún viene siendo analizada por la Anvisa.
“Brasil con esto se convierte en un actor estratégico en la producción internacional de vacunas, y pronto podrá abastecer a otros países de Latinoamérica igualmente afectados por la enfermedad, como Argentina, Perú y Colombia”, dijo a SciDev.Net el médico Renato Kfouri, vicepresidente de la Sociedad Brasilera de Vacunaciones (SBIm).
El Instituto Butantan confirmó a SciDev.Net que podrá ofrecer el nuevo inmunizante a otros países de la región, aunque aún no hay una previsión de cuándo ocurrirá.
“Nuestra prioridad en ese momento es el suministro al sistema público, a través del Ministerio de Salud, nuestro principal cliente”, dijo a SciDev.Net la neuróloga Fernanda Boulos, directora médica del Butantan.
Vacuna de virus atenuados
La Butantan-DV es una vacuna de virus atenuados, capaces de replicarse pero sin provocar la enfermedad. Fue evaluada durante casi una década en 10.259 voluntarios de distintas regiones de Brasil. Otros 5.976 participantes recibieron una sustancia inerte (placebo).
Resultados anteriores, tras dos y 3,7 años de seguimiento, fueron publicados en The New England Journal of Medicine y en The Lancet Infectious Diseases, respectivamente.
Los datos más recientes indican que la vacuna alcanza una eficacia general del 74,7 por ciento, y del 91,6 por ciento frente al dengue grave, además de 100 por ciento de eficacia contra las hospitalizaciones, lo que significa que ninguna de las personas vacunadas que se infectó y desarrolló síntomas necesitó ser internada.
Según voceros de Butantan, esos resultados serán publicados próximamente en la revista Nature Medicine.
Protección extendida
Compuesto por los cuatro serotipos del virus del dengue, la Butantan-DV puede aplicarse tanto en personas que ya han tenido la infección como en aquellas nunca expuestas al patógeno.
Para el médico y virólogo Maurício Lacerda Nogueira, de la Facultad de Medicina de São José do Rio Preto, en São Paulo, estos puntos representan avances importantes frente a las otras dos vacunas contra el dengue aprobadas por Anvisa: la Dengvaxia, del laboratorio francés Sanofi Pasteur, y la Qdenga, de la farmacéutica japonesa Takeda.
“La primera sólo podía aplicarse en personas que ya habían tenido dengue, lo que impidió su incorporación a la red pública de salud”, dice Lacerda a SciDev.Net. “No por casualidad, la Sanofi decidió suspender su producción sin nunca haberla utilizado a gran escala”, señala el investigador, uno de los expertos involucrados en el desarrollo de la Butantan-DV.
La de Takeda puede aplicarse en personas que ya tuvieron dengue, pero no tiene eficacia comprobada contra el serotipo responsable del dengue grave, que progresa a dolor abdominal intenso, vómitos, dificultad para respirar y acumulación de líquido en el abdomen o el pecho.
“La Qdenga tampoco ha podido ofrecerse a gran escala porque la empresa responsable de su producción tiene una capacidad limitada de suministro de dosis”, añade Kfouri.
Además, requiere dos dosis, lo que dificulta la adherencia. “Muchas personas que reciben la primera no regresan para la segunda y terminan sólo parcialmente protegidas”, explica Lacerda. “Las dos dosis son esenciales para garantizar protección completa contra el patógeno”.
Jesem Orellana complementa: “Asimismo, es mucho más difícil y costoso aplicar una vacuna de dos dosis en regiones remotas y de difícil acceso, como la amazónica, atravesadas por ríos y con conexiones terrestres aún muy precarias”.
Récord de casos
Brasil registró en 2024 un récord de casos y muertes por dengue: 6,4 millones de infecciones y 5.972 muertes, según el Ministerio de Salud. En América Latina y el Caribe fueron más de 12,6 millones de casos de dengue documentados, y casi 8.000 muertes, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Argentina, Brasil, Colombia y México concentran el 90 por ciento de los casos y el 88 por ciento de las muertes.
Según los especialistas, la Butantan-DV deberá reducir drásticamente estas cifras, contribuyendo a que el dengue deje de ser un grave problema de salud pública.
Aun así, el nuevo inmunizante no erradicará la enfermedad, especialmente en un contexto de cambio climático y de la ampliación de las condiciones ambientales y sociales cada vez más favorables a la proliferación del mosquito Aedes aegypti, principal vector de la enfermedad.
“La vacuna es importante pero no significa dejar de lado el control del mosquito, que además del dengue sigue transmitiendo otras enfermedades, como chikungunya y fiebre amarilla, las cuales pueden ocupar el espacio dejado por el dengue, así que el control sigue siendo esencial, la vigilancia es fundamental y es preciso invertir en medidas que reduzcan la capacidad de reproducción del vector”, concluye Orellana.
Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net.
Rodrigo de Oliveira Andrade. Es colaborador independiente de SciDev.Net. Es periodista científico y ha sido corresponsal de SciDev.Net desde 2012.
Este artículo fue originalmente publicado en SciDev.Net y lo republicamos bajo la licencia de Creative Commons.