La desinformación ya no es un daño colateral ocasional: se ha convertido en un riesgo constante para la salud pública, la democracia y el bienestar de millones de personas. La pandemia de COVID-19 no la originó, pero sí amplificó su alcance y velocidad. Hoy, en un contexto marcado por la crisis climática y por tecnologías como la inteligencia artificial que multiplican la circulación de contenidos, abundan los mensajes engañosos que confunden, polarizan y afectan decisiones esenciales: desde cómo protegemos nuestra salud hasta qué políticas consideramos necesarias.
En este escenario, Comprueba, la sección de verificación y explainers de Salud con lupa, reafirma su propósito: ofrecer información clara, precisa y basada en evidencia para desmontar afirmaciones falsas o dudosas y explicar con sencillez temas complejos de salud, ciencia, clima y políticas públicas.
Cinco años después de su creación, actualizamos nuestra metodología para responder con rigor y claridad a un ecosistema informativo más cambiante y desafiante.
1.- ¿Qué verificamos?
Seleccionamos afirmaciones que:
- Afectan la salud pública, ya sea en temas de vacunas, medicamentos, tratamientos, nutrición o riesgos ambientales.
- Pueden perjudicar a comunidades vulnerables, como pueblos indígenas, adultos mayores, mujeres, niñas y niños.
- Generan ideas falsas sobre políticas públicas, por ejemplo sobre cómo se gestiona el agua, qué implican las medidas frente al cambio climático o cómo funcionan los programas sociales.
- Circulan masivamente en redes, medios o vocerías oficiales y generan confusión o miedo.
- Provienen de actores con intereses corporativos (alimentos ultraprocesados, tabaco, farmacéuticas) con capacidad de influir en narrativas o decisiones colectivas.
No verificamos opiniones ni interpretaciones políticas, salvo que se presenten como afirmaciones de hecho.
2.- ¿Cómo trabajamos?
a. Delimitamos la afirmación
Identificamos con precisión qué se dijo, quién lo dijo, en qué contexto y qué aspecto puede ser verificado.
b. Buscamos evidencia confiable
Revisamos:
- Estudios científicos y revisiones sistemáticas.
- Datos oficiales y normas vigentes.
- Bases de datos nacionales e internacionales.
- Repositorios especializados y análisis de expertos independientes.
- Investigaciones previas de Salud con lupa basadas en solicitudes de información y análisis de datos.
Evaluamos calidad, actualidad, alcance y limitaciones de cada fuente.
c. Consultamos a especialistas
Entrevistamos a:
- Investigadores en salud pública.
- Epidemiólogos, clínicos, toxicólogos.
- Expertos en cambio climático, políticas sociales, regulación y economía de la salud.
- Científicos de instituciones reconocidas en la región.
El equipo periodístico está entrenado en lectura crítica de evidencia.
d. Analizamos la evidencia con contexto
Consideramos:
- Qué grado de certeza existe.
- Si la evidencia es sólida, emergente o contradictoria.
- Si la afirmación original omite información, exagera o malinterpreta datos.
Sabemos que en salud y ciencia las respuestas rara vez son categóricas. Por eso explicamos qué se sabe, qué se desconoce y por qué.
e. Comunicamos nuestros hallazgos de forma clara
No usamos un sistema rígido de etiquetas.
Cuando la evidencia permite conclusiones firmes, desmontamos como falsas las afirmaciones que contradicen datos verificables.
Cuando la evidencia no es concluyente, lo decimos. Explicamos los matices, la calidad de la información disponible y qué se está investigando aún.
Cada verificación incluye enlaces a documentos y fuentes utilizadas.
3.- Nuestros formatos: explainers y verificaciones
Explainers
Sirven para llenar vacíos informativos y explicar conceptos científicos o de política pública que suelen malinterpretarse.
Los usamos especialmente cuando la evidencia no ofrece respuestas tajantes y es necesario aclarar qué se sabe y qué sigue en debate.
Fact-checking
Evalúan una afirmación puntual y determinan si está respaldada por evidencia.
Cuando la desinformación es comprobable —por contradicción con normas, datos o estudios— la desmontamos con argumentos claros.
4.- Nuestros principios editoriales
Independencia
No aceptamos financiamiento ni colaboraciones que comprometan nuestra línea editorial. Las industrias reguladas (tabaco, alimentos ultraprocesados, farmacéuticas) no influyen en nuestro trabajo.
Transparencia
Todas las fuentes están enlazadas. Si la evidencia es limitada o contradictoria, lo explicamos.
Rigor científico
Priorizamos estudios de calidad y análisis completos, evitando conclusiones simplistas o sensacionalistas.
Servicio público
Verificamos información que afecta decisiones cotidianas sobre salud
Corrección abierta
Si nueva evidencia modifica un hallazgo, actualizamos nuestras verificaciones.
5.- Alianzas y redes internacionales
LatamChequea
Alianzas en salud pública, clima y políticas sociales.
Estas colaboraciones fortalecen nuestros estándares y permiten compartir alertas y recursos regionales.
6.- ¿Por qué lo hacemos?
En América Latina, la desinformación convive con desigualdad, brechas de acceso a servicios y narrativas impulsadas por intereses privados que pueden ocultar riesgos sanitarios, ambientales y sociales.
En Salud con lupa creemos que la información es un bien común. Verificarla es defender derechos: el derecho a la salud, a un ambiente sano, a servicios públicos de calidad y a tomar decisiones informadas.