Climatopedia

Islas de calor en Lima: el sol no golpea igual en Villa María del Triunfo que en San Borja

La capital tiene islas de calor urbano que se caracterizan por ser parte de los distritos más pobres donde no hay sombra por la escasez de árboles. Villa María del Triunfo es el distrito más vulnerable por tener la menor cantidad de áreas verdes: medio metro cuadrado por habitante.

ausencia_Areas_verdes_andina
Después de Villa María del Triunfo, los distritos con menos vegetación son Pucusana y Breña.
Foto: Andina.

¿Por qué se siente más calor en Villa María del Triunfo que en Miraflores o San Borja? Si has notado que algunas zonas de Lima Metropolitana se sienten más calientes que otras, probablemente has experimentado un efecto conocido como islas de calor urbano. Estos espacios registran temperaturas más altas en comparación con áreas adyacentes debido a varios factores como un diseño urbanístico donde predominan el asfalto y las edificaciones de concreto -que absorben y retienen el calor-, el dióxido de carbono que emite el parque automotor, o la falta de árboles que den sombra y refresquen el ambiente.

En un contexto de cambio climático en Lima, la ciudad se enfrenta a olas de calor que pueden poner en riesgo la salud pública. Los niños, los adultos mayores y las embarazadas están entre las poblaciones más vulnerables porque su organismo no puede adaptarse rápidamente al calor intenso. Si viven en zonas consideradas islas de calor urbano, pueden estar expuestos a golpes de calor que ocasionan muertes si no se tratan a tiempo.

En la capital, las superficies de las islas de calor varían en relación con el distrito y su temperatura está vinculada a la ausencia o presencia de áreas verdes. Así, los distritos que enfrentan mayor presencia de islas de calor en más de la mitad de su territorio son Villa María del Triunfo, Pachacámac, Santa Rosa y Villa El Salvador. El incremento de la temperatura también puede estar asociado a las condiciones socioeconómicas de las personas, según una reciente investigación del Laboratorio de Innovación en Salud de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

Los científicos de esta casa de estudios analizaron los datos satelitales de las temperaturas registradas entre el 2017 y 2021 en 43 distritos de Lima Metropolitana y 7 del Callao, y los vincularon con indicadores socioeconómicos del censo nacional de 2017: tipo de vivienda, acceso a servicios de agua, energía eléctrica, internet y seguro médico, grado de educación, etnia con la que se identifican las personas y situación laboral.

Luego, organizaron los datos de cada distrito agrupándolos en cinco zonas: Callao, Lima Centro, Lima Este, Lima Norte y Lima Sur*. Este cruce de información les permitió llegar a la conclusión de que las personas que viven en las zonas más pobres están expuestas a niveles mayores de temperaturas porque cuentan con menos áreas verdes. Por ejemplo, la zona de Lima Centro -donde están Miraflores, Jesús María y San Isidro- tuvo una menor exposición a las islas de calor urbano por manzana, en comparación con otras zonas como los distritos del este y del sur de Lima. Así, mientras un barrio de Miraflores estaba expuesto a 19.5°C, la temperatura en Ate alcanzaba los 32.2°C en un mismo periodo.

Además, la mayoría de las zonas de nivel socioeconómico bajo y alta exposición a las islas de calor urbano están ubicadas en asentamientos humanos y barrios en crecimiento cerca de los límites de la ciudad.

La gravedad del aumento del calor

El calor intenso deshidrata, afecta la productividad laboral, disminuye la concentración en la educación y, en su fase más extrema, es responsable de las olas de calor. Sin embargo, los eventos del cambio climático no afectan a todas las personas por igual, ya sea por su nivel de exposición o por sus características biológicas. Pocas veces, hemos reparado en este impacto y tampoco ha sido estudiado en profundidad, pero Perú está entre los países con más muertes por olas de calor, según el informe de 2019 de The Lancet Countdown, una iniciativa que identifica las amenazas para la salud del cambio climático.

Hay muchas personas que trabajan durante varias horas bajo el sol, como agricultores, vigilantes o repartidores de comida, sin la indumentaria adecuada para su protección, y sin saber cómo les afecta a su salud las altas temperaturas. Por eso, Luciana Blanco, directora de Comunicaciones y Abogacía del Centro Clima, recomienda la implementación de un sistema de alerta para que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) informe en qué momentos se proyectan las olas de calor. “De esa manera, las personas saben que no deben salir a hacer deporte o reposar si su trabajo lo realizan bajo el sol”, dice. El problema de la informalidad laboral juega en contra para implementar medidas como estas.

shutterstock_1086853274_ola_de_calor
Quienes están atravesando un golpe de calor pueden presentar dolores musculares, de cabeza o estómago, vómitos, convulsiones y desmayos.
FOTO: SHUTTERSTOCK

Las personas más vulnerables a las altas temperaturas son los adultos mayores y niños, quienes ahora están expuestos al doble de días de olas de calor que habrían vivido entre 1986 y 2005. Se estima que entre el 2000 y 2004, las muertes vinculadas con el calor aumentaron un 85% en los adultos mayores, más del doble si la temperatura del planeta no hubiera aumentado.

“Si esta información se integra a la del Observatorio de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Salud, y se utiliza de forma sistemática para producir mapas de calor superpuestos con datos de vigilancia de enfermedades, podremos activarnos más rápido para proteger a las poblaciones vulnerables ante los abrasadores veranos que se avecinan”, dice Anna Zuchetti, microbióloga y experta en gestión ambiental. Entre sus propuestas está priorizar las zonas en donde se deben plantar más árboles ya que, en Lima Metropolitana, por ejemplo, hay una desigual distribución de ellos.

Necesitamos más áreas verdes

Los árboles son importantes porque reducen la temperatura del ambiente y mitigan la sensación térmica. Sin embargo, Lima Metropolitana solamente cuenta en promedio con tres metros cuadrados de áreas verdes para cada uno de sus 10 millones de habitantes. Al analizar cada uno de sus distritos, la distribución de áreas verdes es desigual y no necesariamente se encuentran en lugares estratégicos para dar sombra a las personas, como los paraderos o bermas de alto tránsito peatonal.

Villa María del Triunfo, por ejemplo, es el distrito que cuenta con menos áreas verdes: 0.54 metros cuadrados por persona. Esto significa que es una de las zonas que mayor impacto tendrá con el aumento de la temperatura si no se empiezan a ejecutar acciones de prevención, más aún cuando el Senamhi proyecta para el verano de 2024 condiciones cálidas por encima de los valores normales en Lima debido a El Niño, un fenómeno natural que calienta la superficie del mar en el Pacífico central.

Bremilda Sutizal, ingeniera del Senamhi, explica que las anomalías en la temperatura en Lima continuarán el año que viene, sobre todo en los meses de febrero y marzo bajo el contexto del fenómeno El Niño. No descartó la posibilidad de que la temperatura alcance los 30°C, como sucedió durante el verano de 2015. Si bien a inicios de diciembre hubo algunos días nublados y de bajas temperaturas en Lima, principalmente en las mañanas y algunas madrugadas, como consecuencia del anticiclón del Pacífico Sur que inyecta agua y vientos fríos a la costa peruana que provienen de la Antártida, este fenómeno se debilitará con la llegada del verano.

De acuerdo con el Senamhi, las mayores temperaturas se registrarán en San Martín de Porres, Carabayllo, La Molina, Chosica y Cieneguilla, Cercado de Lima y Los Olivos. Todos estos distritos, salvo La Molina y Los Olivos, tienen menos de cuatro metros cuadrados de áreas verdes por habitante, según datos de la Municipalidad Metropolitana de Lima. El municipio se ha comprometido a plantar cuatro millones de árboles y crear 63 km de corredores verdes al lado de las ciclovías para el 2030.

La ausencia de áreas verdes es un problema que genera insatisfacción, ya que más del 20% de las personas encuestadas en el 2022 han mencionado que hace falta más árboles y mejor mantenimiento de las zonas verdes, principalmente, de aquellas personas que viven en las zonas más pobres de Lima.

Pensar en las necesidades de cada zona

Lima es una de las ciudades del mundo más contaminadas con al menos 196 vehículos motorizados -sin incluir las motocicletas- por cada mil personas y con la mayoría de vehículos de transporte público con una antigüedad mayor a los 15 años. Este sistema ineficiente de movilidad requiere también transformarse y migrar a sistemas de transportes que emiten menos dióxido de carbono.

La doctora Gabriela Salmón, especialista en salud pública y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú, señala la necesidad de gestionar los diseños urbanísticos para implementar áreas verdes. Sin embargo, en la ciudad ya no hay tantos espacios para la construcción de parques debido a la presencia de edificios. Por ello, una de sus propuestas es la implementación de jardines verticales en las paredes de las viviendas o de los edificios. Otra de sus propuestas para reducir los impactos del cambio climático es pintar las edificaciones de color blanco para que no atrapen el calor.

También se puede gestionar el entorno urbanístico colocando toldos o techos en las áreas con mayor temperatura donde las personas necesitan hacer una pausa, como en los paraderos de buses, o creando algunos espacios para que puedan refrescarse a la sombra de un árbol. En Lima, por ejemplo, se observan grandes alamedas con bancas para las personas, pero no tienen ningún tipo de protección ante el intenso calor. Tampoco tienen a la mano lugares donde puedan beber agua para hidratarse.

Ante un escenario con olas de calor más intensas en Lima, la preparación del primer nivel de atención de salud es esencial, ya que los puestos y centros de salud suelen ser los primeros lugares a donde acudirán las personas que tengan complicaciones médicas relacionadas con las altas temperaturas. La doctora Salmón advierte que si no se prepara al personal médico para identificar los problemas por las olas de calor, sobre todo en niños y adultos mayores, no tendremos cómo responder a tiempo a esta emergencia.

*Distribución de los 50 distritos de Lima y Callao en cinco zonas

Callao: Bellavista, Callao, Carmen de la Legua Reynoso, La Perla, La Punta, Mi Perú y Ventanilla.

Lima Centro: San Juan de Lurigancho, San Borja, La Victoria, San Luis, Surquillo, Lince, San Isidro, Miraflores, Magdalena del Mar, San Miguel, Jesús María, Breña, Lima y Pueblo Libre.

Lima Este: Ate, Chaclacayo, Cieneguilla, El Agustino, La Molina, Lurigancho y Santa Anita.

Lima Norte: Ancón, Santa Rosa, Puente Piedra, Los Olivos, San Martín de Porres, Rímac, Independencia, Comas y Carabayllo.

Lima Sur: Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, Villa El Salvador, Lurín, Pucusana, Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo, Santa María del Mar, Pachacamac, Chorrillos, Barranco y Santiago de Surco.

Más en Climatopedia

Más en Salud con lupa